temor
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Mi Historia, una de tantas Historias
Mi historia, es una de tantas vidas, sobre la tierra del quetzal.
Me llamo Lu, tengo seis hermanos y mi padre muriò cuando yo era pequeño. Siendo yo el mayor de mis hermanos deje de estudiar para trabajar. Pero como aquì no se gana mucho como campesino, decidì irme a los Estados Unidos.
La gente contaba muchas cosas, que era mucho sufrimiento la pasada al otro lado, como la guerra, pero yo decidì probar suerte. Pues la suerte siempre me acompañò. Solo una semana, ocho largos dìas aguantamos hambre, con el grupo que yo iba, luego me quedè solo y encontrè en el camino a otro compañero que me pareciò buena gente y seguimos juntos. No atravesamos el desierto, porque para eso no me considerè bueno, yo màs bien soy bueno para la montaña, para el monte.
Si que fueron dìas largos pero la fè y la esperanza, te hacen no abandonar el propòsito. LLegamos cansados, solo con las ùltimas fuerzas, yo no conocìa nada, tenìa temor, llegamos a una ciudad y al llegar a nuestro destino tocamos a la puerta de un apartamento, nos abrieron. Todos estaban durmiendo en el suelo y nos preguntaron de donde venimos y en cuanto yo dije de la zona Ixil de Guatemala, me atendieron de inmediato. Ellos tambien hablaban mi dialecto, mi lengua maya…….todos se mostraron serviciales, acogedores, nos dieron agua y comida, invitandonos a descansar.
Trabajo hay, encontrè! lo màs dificil es vivir escondièndote, sin libertad de salir.
Estaba contento ahorrando, pensando en mi familia en Guatemala. Tenìa hasta mis papeles falsos, los cuales me costaron mi buen dinero. Tenìa temor, pero me podia mover y aprendì inglès. Mi trabajo me gustaba, hacia lo que me caìa.
Gente mala hay que evitarla, dicen que hay lo que le llaman racismo, pero yo no lo sentì, es solo una palabra o actitud, serà porque no lo conocen a uno; o porque somos diferentes, hablamos diferente, pensamos y nos vestimos diferente, ademàs no somos de ese paìs.
Muchos que se van de mojados hacen desòrdenes que no son permitidos, se portan mal entre ellos, se golpean, toman guaro, se acuchillan, es por eso que no nos favoreciò la nueva ley.
Las autoridades, el gobernador, se pusieron estrictos, querìan orden. Me agarraron un buen dìa, me mandaron de regreso deportado. Me dije no me debo oponer y ya luego regreso. Pues querìa juntar para hacerle la casita a mi mamà.
Siempre pensando como hacerle, pues se necesita dinero. Pensè en algo asì como un prèstamo en el banco, asì pensaba hasta que encontrè el amor, abrì mis ojos y pensè: Es mejor tener poquito pero a cambio la libertad de ir a donde quiero. Me enamorè de una mujer de mi pueblo, decidimos vivir juntos y ahora vamos a tener un bebè. Ella dejò su trabajo para dedicarse a la casa.Yo trabajo construyendo casas de madera y tengo que viajar a otros lugares. Tenemos muchos planes, pero sobre todo aquì en el cerro nos gusta porque es grande y verde, ademàs el cuarto donde dormimos es calientito y el fuego mi mujer no lo tiene que compartir. Entonces se siente libre y màs tranquila.
Si ella està contenta, entonces yo tambièn, lo contento se pega y huyen los problemas, todo se torna bonito y asì es tambièn todo màs bueno.
Me siento muy enamorado y feliz. Deseo realizarme con mi familia. No quiero volver a los Estados Unidos.
Me va a costar reunir unos centavitos, pero harè mi casa allà en el Quichè, en la aldea de Nebaj de donde soy.