El hombre nuevo que nace del equilibrio de las energìas, con la voluntad del aprendizaje; llena su ser, apreciando plantas, flores, animales.
Amando concientemente la riqueza de esta creaciòn:
Montes, valles, lagos, rìos, montañas y cerros. Nuestro hogar, nuestra comunidad, nuestro camino, nuestro entorno. Pues la interacciòn con los otros seres, otorga la paz, la alegrìa de vivir y la salud fìsica y mental.
Somos colectivamente uno solo en el seno de la madre tierra.
No debemos intoxicar ese yo, para alimentar el todo y redescubrir la maravilla del tejido de nuestro creador.
Los valores, son las ideas que tienen todos los grupos culturales en una sociedad, sobre lo que es correcto; para relacionarnos mejor, resolviendo de una buena forma las diversas dificultades que se presentan en la vida diaria.
Tomando en cuenta que no somos superiores a ningun ser que comparte con nosotros en la naturaleza, cuidamos uno del otro por la misma razòn que formamos parte de un todo.
Todo lo que hace perdurar el bien, el equilibrio, es un valor.
Claridad interna, red fina, en donde guarda la memoria todo lo que experimentamos y aprendemos.
Busca la paz, para decidir mejor.
La paz està presente en el pensamiento dulce sin violencia, en la oraciòn, en la reflexiòn.
Hoy con agradecimiento, toma una buena actitud, haz un trabajo postergado con buena voluntad, regala una sonrisa a tu creador y ejecuta una buena obra por insignificante que parezca.
Tu cambiaràs tu mundo e iluminaràs un poco màs el universo.
Es la armonìa y la desarmonìa. O sea la relaciòn de paz y entendimiento.
El balance de la armonìa y desarmonìa se alcanza, trabajando el conocimiento de los valores ancestrales. Siendo Nuestra tarea transmitirlos y adecuarlos a la època actual.
Perdona, confronta y sanarà tu cuerpo, mente y espìritu.
!Oh,Gran Espíritu! “… Ayúdame siempre a decir la verdad en la quietud, para escuchar con una mente abierta cuando los demás hablan, y para recordar la paz que se encuentra en el silencio…”.