noviembre 2017
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Mi Madre
Me regalò el universo entero, completo, invariable
el polvo de su cielo estrellado y la mirada de sus ojos dulces.
Ramillete de mariposas, sus abrazos en el arbol sin olvido.
Suaves sus valores, piràmides perfectas,
encanto de silencio en el bosque de un Quetzal en vuelo.
Plumaje esmeralda y el rojo intenso de un amor resplandeciente
en la bòveda, luz de hogar, bosque y antaño.
No se olvidò mi madre ……
Me obsequiò la luna, su pensamiento plateado, melancolìa de ensueño.
Posò su mano en la mìa, dejàndome un rayo del sol de medio dìa,
renaciò de nuevo la vida, la fè, la alegrìa y se reflejò el rostro de madre
manantial infinito del lìquido vital, en gajos de hojas amarillas para volver a nacer
Le gustaba la tierra porque somos Ella.
Admiraba las semillas de sus flores y los frutos
y asì en el fuego de las tardes, acogiò y atendiò con ternura solo de madre,
y como madre, soy memoria; legado.
Madre! hoy te devuelvo tambien mi universo.