Jun Toj

20.10.2018, by estela68, Leave a comment

Autores Invitados : Carla Cofiño y Jose Coutiño

Al escuchar no con el oìdo sino con el espìritu, se puede percibir el sonido sutil. Al entrar en ese sonido, entramos en la suprema pureza.

Es por eso que tantas religiones tradicionales rezan, cantan como preludio al silencio.

Entienden que la repeticiòn y la absorciòn del sonido los lleva a lo sagrado. El sonido màs profundo es el silencio. Esto puede parecer paradòjico solo si consideramos el silencio como ausencia de vida y vibraciòn.

Para un meditador, el silencio es es el sonido unificado con todos sus opuestos. Es tanto sonido como ausencia de sonido. Y es en esta confluencia que emerge el poder de la meditaciòn.

Ju’lajuj Imox

13.08.2018, by estela68, Leave a comment

Autores Invitados : Carla Cofiño y Jose Coutiño.

Con frecuencia dejamos que los pensamientos, arrepentiemientos y dudas de actividades pasadas se transfieran al presente. Eso nos lleva al conflicto. En vez de dejar que eso suceda, deberìamos actuar sin dejar consecuencias. Esto requiere de gran rigurosidad. Tal completitud es desafiante, pero el tener èxito es vivir con perfecciòn.

Al resolver los problemas de cada dìa a nuestra màxima satisfacciòn, logramos la sublime pureza de una playa constantemente bañada por las olas.

Humano

11.12.2017, by estela68, Leave a comment

El ser humano toma decisiones desde su dolor, desorientado no soporta la verdad y en su resistir quiere adquirir el poder de dominio. Del dominio viene la manipulaciòn; que es la transformaciòn de su mentira en una verdad falsa, pero con poder……El que conoce a fondo la esencia nata y pura de la verdad, tiene que conocer a fondo el alma y la pureza de la soledad y del dolor.

Como es?

22.07.2010, by estela68, Leave a comment

Arde la piel, al contacto del sol

sol de desierto, que da solo la sed

la vista se apaga, naciendo la imaginaciòn

en medio de ella : tu rostro, tu voz.

pequeños circulos de chispas traviesas

melodìa profunda, hermosa de mi canciòn.

colores plateados de brillos suaves nacarados

la nube, blanca, pura de nuestro amor.