montañas
-
LEYENDA DE LOS BRUJOS DE HUISTA
FUENTE: Leyendas de Santa Ana Huista, Huehuetenango, Guatemala. Elder Exvedi Morales Mérida.
Antiguamente, las tierras prodigiosas de Santa Ana Huista estaban poblabas de plantas medicinales, utilizadas por nuestros antepasados. Entre ellas estaban el árnica, huele de noche, hierba del zorro, ruda, hinojo, flor morada, verbena, cola de caballo, por citas algunas.
En esa época era normal hablar de los brujos, y existía gran cantidad de ellos.
Narra la leyenda que una vez, la hija de un ladino enfermó gravemente y que el pesimismo pesaba, porque no encontraban cura para su mal. Refiere la leyenda que el padre amenazó con quemar vivos a los brujos si no la salvaban de la muerte.
Agrega la leyenda que los brujos le temían al ladino porque sabían que cumplía con lo que prometía; entonces, todos se reunieron para buscar una pronta solución.
Un brujo de otro pueblo les dijo que una hierba que se encontraba escasamente en las altas montañas, era el único medicamento que existía. Narra la leyenda que los brujos se convirtieron en aves para encontrar lo más pronto posible ese herbaje, ya que el tiempo se esfumaba muy rápido. Día y noche buscaban los brujos esa planta y todo era en vano. Para desgracia de todos, la bella joven murió y el padre enfurecido, comenzó a buscar a los brujos para cumplir con su amenaza. Los hechiceros, al enterarse de lo sucedido, decidieron quedarse como aves, pues así no serían severamente castigados.
Concluye la leyenda diciendo que jamás se supo más de ellos, los brujos convertidos en zopilotes.
-
Viaje Imaginario
Cierra los ojos; dèjate conducir, contàndote esto con tus manos en las mìas, asì serà exactamente como que entraras al sueño conmigo, un paìs de muchos contrastes naturales.
Un poco escondido un rìo y una canoa. Los campos como alfombras adornadas de àrboles blancos floridos, tonos verdes, como con la esperanza de arribar de lleno y enteramente a la primavera. A lo lejos, los monasterios enclavados en las rocas; testigos mudos del tiempo.
Un lago despertando al sol del amanecer ( el sol era una bola anaranjada) y el ruido constante, casi monòtono del tren sobre los cansados rieles……….risas, protestas…..llantos callados, casi sollozos, ponen mùsica al viajero. Viajero que piensa estando aquì en lo lejano, en la amistad perfecta, en el sentimiento desnudo sin prejuicios, que deja al corazòn libre para expresarse.
Puentes que unen pueblos, verdes montañas en el horizonte….pero de pronto se divisa el mar.
Muchas emociones, no caben en el pecho, porque es un lugar muy pequeño, un rinconcito que se revalsa porque se siente demasiado.
Bosques frondosos, verdes obscuros, que guardan cosas ocultas, vidas, historias, secretos. Caminos polvorientos que conducen a algùn destino.
Quiero llenar mis ojos, mi alma, de este universo, entero, completo, perfecto en donde son los humanos que le ponen el color.
El viento suave mece suavemente la hierba y las ramas todavìa blandas, nuevas de la primavera; como acariciàndolas, como dicièndoles que juntos pueden emprender un cambio, que durarà lo que dura en una estaciòn del año, en un lapso de la vida.
Muros que sostienen montañas, grandes cantidades de tierra, que siempre inmòviles ven correr el paso del tiempo, notàndose solamente en las hiedras que los cubren y que esconden su pasado.
Cerros, colinas…..el recuerdo. Un rìo grande que arribarà a su destino…… el mar.
Campos trabajados con la ilusiòn de la cosecha y el sacrificio del mismo trabajo. Pueblos sobre colinas, orgullosos de tener una mejor vista al mundo, al sol y por estar un poco màs cerca del cielo.
Luego màs puentes que unen esperanzas y sentimientos.
Arboles de olivo, preferidos, lanzando reflejos plateados, que viven casi eternamente. Montañas donde nacen claros manantiales para alimentar las llanuras. Tambièn las colinas en donde se ven las viviendas juntitas como cuidando los cultivos.
Los seres humanos son como millones de hormigas, regados en este universo y es precisamente un milagro poderse encontrar, dos almas que hablen el mismo lenguaje de amor.