hojas
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El Àrbol
Autor invitado: Humberto Ak’abal
Soñè que fui enterrado; me crecieron ramas, me llenè de hojas,
los pàjaros cantaban en mis ramas, mi corazón crecìa en el àrbol.
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Tù
Acaricia la niebla el rocìo de la alborada.
Descubro la luz de tus ojos, en la alfombra de hojas,
hogar de un suelo casi olvidado.
Surge la vida vida de nuevo; la luna y sus luceros.
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Iglesia Vacìa
Cuajadas estan las hojas de los àrboles
vibrando ……… la felicidad!
es un dìa soleado que no se muere
el tan, tan de una iglesia vacìa.
Los fieles se han ido al cerro, al encuentro con sus nahuales
Ellos estan en consejo, para escuchar nuestras voces
voces en murmullo, innovando la duda
o dando siempre las gracias….por el suspiro divino.
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Tu y Yo
Somos como hojas, cayendo lentamente
sobre la superficie cristalina del agua
disfrutando de su suave frescura
cayendo a la vida
sumergidos en la frescura del amor
soplo divino, suavidad de Dioses
Dioses del ocaso.
Asì llegaste a mi vida, suave por casualidad
despertando a ese ser que quedaba dormido
quieto, secreto en la obscuridad.
Tocàndome con la suavidad de tus dedos
sonreìste, despertàndome de nuevo a la vida
Y tu pelo como una cascada tan negro brillò
tambièn el negro de tus ojos, tu boca, tu voz.
Pasaron mil auroras y miel vientos màs
pero te quedaste grabado en mi corazòn,
eres manantial de sentimiento
que te recuerda quedito y casi sin voz
que todavìa te amo y aùn vives en mì
