estela68
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Mi Paìs
Alegres los campos de mi paìs, llenos de flores los cerros, los caminos de los pueblos con su caña de milpa, ranchos erguidos, gente de traje multicolor.
Corazòn poco comprendido, que dialoga con el viento, las nubes, la lluvia y con aquel que le interesa su lengua, idioma de intuiciòn, comunicaciòn natural.
Ellos son, como los volcanes que se alzan hacia el cielo o las alas de los pàjaros acariciando el tiempo.
Cuando me alejo, camino a la montaña, mi rancho se vuelve pequeñito y yo me siento grande como grande los pinales, los cañaverales en el rìo, las copas de las ceibas en medio del monte o el canto alegre de los gorriones.
Mis antepasados me hablan, me murmuran, me instruyen sobre lo que es importante, lo que no se olvida, sobre lo que se construye cuando creemos que la guerra de los poderosos ha destruìdo todo. No pueden destruir lo indestructible como la esperanza de los pueblos, ni la identidad………. „lo que somos“
Los poderosos estan ciegos, secas sus pupilas por el llanto de nosostros, por el grito de la tierra y por eso, estas armas nuestras no las vieron, las armas que se quedaron, las que nadie termina, las que nadie mata, las que nosotros alimentamos. Guardadas estan celosamente en la alforja de nuestros secretos, bajo el techo del cielo y la luz de las estrellas.
Juntos forjando como comunidad, juntos recordando, sin que nadie se quede atràs como lo aprendimos en el libro sagrado, juntos valorando cada minuto, juntos en un solo soplo: La vida
Gukumatz, corazòn del cielo, formador, creador, gracias porque puedo danzar, gracias al jaguar que se sacrificò, dandome su piel y su fuerza, gracias porque puedo compartirla en la rueda infinita de la vida, con la ayuda del padre sol, dueño del fuego.
Gracias por el don de la palabra, de la escritura, por la transmisiòn del pensamiento, nuestro origen, realidad, semilla cuidadosamente recibida, en los tiempos ya idos.
Queda el nombre de nostalgia, el lugar, la luz de los rayos en los pozos de aguas heladas de pena, congoja y sacrificio.
Que pocos entienden nuestra cultura y cuanto mas se inventan de nuestra maldad y sed de sangre, porque somos salvajes dicen justificàndose.
Pero lo que no saben es que nuestra cultura es veneraciòn a lo que es nuestro, en el cuerpo formado, alimentado, energetizado con la entraña del maìz.
Somos hombres de Maìz y aunque nadie nos comprenda, traeremos los mensajes del viento, convertidos en nieve, tormenta o simplemente canciòn.
Canciòn, palabra hecha poesìa en el cristal de los ojos de un humano ciego, porque su luz vive adentro en el alma, en el corazòn de criatura inocente.
Nos quisieron exterminar, desaparecer, aniquilar, anular, pero estamos aquì…..presentes!!!! En el polvo del caminante, en sus pasos descalzos, sin caites, en las manos que labran la tierra, en el susurro del viento, en el bullicio de la calle, en la calma, somos suspiro de vivos y de muertos, somos la sombra que acompaña al bueno y al malo recordando sus hechos, somos el destino trivial suave y alegre que bendice la existencia, somos uno solo, les guste o no les guste somos, piedra, cerro, enseñanza abrigo, àrbol, rico, mendigo, somos la vida y la creaciòn de lo humano.
La guerra destruirà nuestros cuerpos, que volveran a la madre tierra, pero no nuestro ser que seguira existiendo en el màs alla de las otras vidas, para volver a la faz de la tierra…………………
Baja la niebla, se eleva de nuevo el dìa, en la algarabìa de la vida, de un pueblo de niños que rìen y hablan. Comparten, trabajan, sudan y crecen.
A lo lejos, en medio de la niebla se divisan los volcanes azulados, como altas montañas, como centinelas de tiempo y espacio. Hablan la lengua de los valles silenciosos, idioma de fuego y fumarola. A veces cuando no es escuchado gritan con su lava y con sus piedras de volcàn desesperado.
En la espera de ser entendidos, quieren prevenir lo que han visto u oìdo. Pero somos solo humanos, a veces distraìdos, sin oìdo. No escuchamos ni al viento, solos, abandonados sin recelos……….olvidamos.
Otros nos orientan con influencias que nos alejan de nosotros mismos, de la naturaleza; los creemos grandes, como enormes son los problemas que nos acosan, en la busqueda de nuestro mismo yo cercano.
Se levantan los volcanes, el son de las montañas y los ranchos con sus fuegos regalan al cielo una llovisna de canto nublado. Asi siempre se despiertan nuestros pueblos en la montaña, en la madrugada, cuando los animalitos, las flores, y hasta los cenzontles aùn duermen.
Soñolientos estàn porque les cae una escarcha que adorna sus cuerpos tibios, como una luminosidad
para compartir el nuevo momento.
El dìa penetra en las mentes, en la gente, que preparan la siembra.
La tierra negra, que es buena para nuestros sembrados, en surcos que parecen infinitos, los preparò el azadon de nuestros compañeros, limpiando el sudor de la frente, una mano tosca del trabajo del campo, pero que puede dar ternura, a la semilla, a la planta silvestre, al animal, al hijo, a la madre, a la mujer que lo espera en el rancho, con las tortillas calientes del maìz que sigue sembrando para bendicion del cuerpo sagrado, cuerpo hecho de maiz.
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Sesiòn Espirita
Al frente de la sala, el altar lleno de imàgenes , fotografìas y velas. El recinto huele a cera, a incienso.
Una dèbil luz de la tarde penetra por la ventana pequeña de la habitaciòn. Mujeres calladas con sus madrileñas se persignan y buscan un lugar para acomodarse. Tratan de que el silencio no sea interrumpido, para no robarle la santidad al momento.
Enfrente de los asistentes, la mesa del VASO, asì se le llama a la persona que toma trance y transmite los mensajes que envìan las almas del otro lado, los espìritus que ya han desencarnado.
Antes de una sesiòn espirita, entran las personas, que se sientan al lado de la medium. La secretaria, la que anota todo lo que sucede como una especie de protocolo. La que ayuda a darle fluidos a la medium.
Al final entra la Medium y se sienta en la mesa principal, toma un sorbo de agua y cierra los ojos.
En medio de las mujeres estaba Mariela, callada, maestra de escuela rural, que viviò en carne propia, la violencia y represiòn de los años de guerra. Solo en su comunidad mataron ancianos, hombres, mujeres y niños, alumnos de su escuela. Los torturaron y los echaron en los pozos ciegos de las letrinas de la escuela.
Ella, la maestra, la que venìa de la ciudad, la esperanza en momentos difìciles, no los pudo librar del salvajismo del ejèrcito, aunque traducìa, escribìa y siempre apoyò a la comunidad a la que pertenecìa………. uno de esos lugares lejanos de Sololà.
Se inicia la ceremonia, en medio del silencio de la esperanza y la fè. Pasan muchos espìritus, hablan con las personas que ellos mismos solicitan, dejan sus mensajes, y se marchan en un hilo de voz.
De pronto se alza la voz de la medium y dice: Mi maestra!!!que alegrìa!!!!
La secretaria pregunta al pùblico. Quien es Maestra aquì? Nadie se levanta….. solo Mariela se para en su lugar con mucho respeto y despacio.
La voz continùa:
Me da mucha alegrìa de verte!! despues de tanto tiempo, siempre fuiste buena! Mariela estupefacta, asombrada, asustada…….empieza a sollozar!!
No me reconocès, soy Santiago, tu alumno!
Te quiero dar las gracias, por todo tus sacrificios, por todo tu cariño para nosotros, nunca olvidarè, cuando bajaste a darnos el pan de la enseñanza. Pero hay cosas que pasan y no se pueden evitar.
Ahora ya se terminò el sufrimiento, estoy bien, mi corazon esta contento, solo de volver a verte y de escuchar tu voz, que tantas veces se escuchò en la escuelita, de aquella aldea, en el bullicio de nuestra lengua y tu inextinguible paciencia, tu amor, tu cariño…………poco lo hemos sentido, pocos nos han aceptado, por el hecho de ser diferentes, de hablar diferente y vestir nuestra vestimenta. Solo te pasè a saludar…….
Adiòs maestra….Adiòs…….. Matiosh chavè!!!!
Todo mundo callò, pero el silencio conmovido lo acompañò de musica triste, del tun.
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Encuentro
Te encontrè, te vì,
Mis ojos te observaban tìmidos, profundos y fuimos una sola alma llena de retazos de sueños y tardes caìdas.
Me envolviste en tu mirada apasionada y obscura. Rodeando mi cintura, estampando en mi mejilla la caricia furtiva.
Quise huir, correr de regreso. Busquè, sin encontrar la salida, a ese laberinto de quejas, ansias y sentimientos salvajemente, en una fusion de ocultos deseos.
Escapè por unos instantes como una hoja fràgil, temblorosa que cae en otoño. Tu color me envolviò, volviendo un rubor de amaneceres, con frìo, miedo y angustia.
Era muy tarde, ya cuando te encontrè, ya habìa vivido, parte de mi juventud nacarada, repleta de nubarrones de tormentas, ensueños y preguntas sin respuesta.
Un temor encogido, retorciendo parte de mis sueños.
Supimos que ambos no tenìamos derecho, aunque una base suficiente de amor en el pecho.
Tu vida estuvo impregnada de desdichas, caprichos, desordenes y un hogar que tu inventaste. Tomaste el camino de la pasiòn y de los vicios, sin complacerte, sin complacerme. Al capricho perdimos lo nuestro, hasta la deseperaciòn del llanto y horror de un presente negro, como un remolino de moustros, transformados en fantasmas, que perseguìan la desgracia, sin la suerte de un ocaso de luna.
Moriste, te marchaste, la muerte en su abrazo quiso calmar la tortura de un aplauso enemigo, quiso llevarte muy lejos, dejàndome sola, a la luz de mis velas perdidas. En penumbra con recelo arrinconada esperando el termino tambien de la mìa.
Pero quede mucho tiempo, abandonada en el llanto, sin amigos, sin nadie, pidiendo una ayuda que nunca llegaba.
Ya estaba destrozada, solo gotas de agua calmaban una sed que morìa, me perseguìa la noche sin el resplandor de tus ojos, negra, obscura.
Esa madrugada cantò el gallo, saliò la luz del ùltimo dìa, tiritò en la despedida de mi voz eternamente enamorada.
Vino entonces el fin de mi vida y me envolviò en un manto obscuro, no es tiempo, no querìa….pero mi cuerpo dormìa.
Inmòvil…. los demàs me cubrìan con el manto blanco.
Yo, transformàndome en energìa, volando, elevàndome, agradando al universo, con la paz, con reflejo de la misma estrella.
Vino una inmensa luz y……..
te encontrè de nuevo!!!!
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Un dìa en un Parpadeo del Tiempo
Entran los primeros rayos solares, atravès de las rendijas de caña de milpa de nuestro rancho; quisiera seguir soñando, pero me froto los ojos para despertarme mejor. El olor a leña de pino hace que me sienta contenta, es el ocote que arde, a la espera del cafè que prepara mi mamà.
Ella tiene una forma muy dulce de hacer todo lo que hace, a todo le pone ese sentimiento de paz, especialmente en la mañana.
Entre cuatro piedras coloca el comal, para alimentar el fuego y luego como lo aprendiò; lo jala y lo coloca para calentarlo. Luego cuando estemos los patojos alrededor, echarà las primeras tortillas, despues de haber controlado las llamas y la temperatura con el agua de cal.
Se inclinarà para repasar la masa, que se levanto a quebrantar en la madrugada y la afinarà para que nuestras tortillas amarillas alimenten nuestro cuerpo hecho de maìz.
Aprendì que los granos nunca deben dejarse tirados, pues el maìz es sagrado. Cuando lo cultivan siempre va acompañado de sus hermanos el frijol negro y el güicoy.
A veces pienso que mi mamà no piensa en ella, solo en nosotros y en mi papà que de madrugada saliò en compañia del caballito color canela y el perro peludo. Ellos son la compañia y el consuelo en su caminar diario. Aunque realmente nunca estamos solos, todo el mundo natural nos regala su aroma.
Tomo en un batidorcito de barro, mi cafecito caliente, dulce; como hoy no es domingo, lo acompaño con mi tortilla fresca y una cucharada de miel. En nuestro fuego nunca falta el chile ni los frijoles negros, tampoco el agua hirviendo.
Estamos todos juntos alrededor del fuego, es un sentimiento que me recuerda la uniòn y la fuerza, dos cosas ideales para enfrentar a los enemigos de la armonìa y de lo bueno.
Ahora somos pequeños, pero sabemos que tendremos que juntar los chiriviscos para que nuestro fuego arda mejor, asì nos cuenta sus quejas de campo o alguna historia pasajera de algùn señor caminante o de algùn pàjaro que se posò en èl cuando era parte de alguna rama, unida a un arbol de encino u otro cualquiera.
Se preparan los lazos y los machetes para empezar la labor. Tendremos que caminar un poco lejos del rancho, hacer nuestro tercio de leña que a las espaldas o en la cabeza con ayuda del mecapal o del yagual se transporta mejor.
En el sitio del rancho hay gallinas, que comen el posol, que es el maiz quebrantado y que nosotros los patojos tenemos que atender.
Los niños varones preparan la leña que usara nuestra madre a la hora de cocinar, nosotras las niñas controlamos el fuego y aprendemos a tortear.
Cuando llueve, hace frìo, todo se pone hùmedo pero aprendemos a escuchar y a contar historias alrededor del fuego.
Nuestras tareas como niños o adultos son sencillas pero nos une un fin comùn, aprender a vivir, apreciar el mundo que nos han regalado los creadores del universo, agradecer toda la luz; la sabiduria que traemos; que como hijos de los Dioses debemos desarrollar con ayuda de la familia y fuerza de la comunidad. Somos entes parte de un todo.
Me gusta mucho el fuego cuando lo junta mi mamà, es un fuego con vida que nos cuenta leyendas del antaño, historias oìdas sin duda cuando todavìa se era planta o àrbol. De animales recorriendo los caminos, contando nuevamente para todos los pobladores del universo ardiente de curiosidad. Que no se aburre con todas las murmuraciones de sus criaturas, porque significa que al comunicarse estan con vida en la vida de las vidas.
Yo soy una niña que tiene la dicha de captar todo lo que sucede a mi alrededor, retenerlo, de volver a vivirlo.Como una flor silvestre; por eso mis padres y los principales de la comunidad escogieron mi nombre en la ceremonia del principio de mi existencia, me llamo Nik’te‘.
Tengo un hermanito mayor y cuatro hermanitas menores. Pronto empezarà a ir mi hermanito con mi padre al campo para aprender las labores de la agricultura, le han regalado ya su machete, un pequeño azadòn y un lazo.
A mì, mi abuelita me regalò una tinajita para traer el agua del rìo, me instruyò sobre el servicio que me iba a prestar esta tinajita redonda, gordita como la luna llena, de chapas rojizas. El cariño y agradecimiento que le debo brindar, cuidarla, incluso hasta del lugar donde la pongo. Cuando la lleno de agua no me da tanta dicha como el eco que hace al ser vaciada en la tinajera grande, que esta de reserva en una esquina de nuestro refugio, lejos un poco del fuego central.
Cada uno de nosotros somos muy diferentes pero siempre encontramos las labores que nos identifican, contribuyendo al seno familiar.
Al acariciar las hierbas del campo,identifico con suma nitidez el olor a limòn y a rosa.
Salto a menudo por la ladera.Corto de preferencia, las flores amarillas que son como bombitas llenas de aire y luego me gusta romperlas suavecito en la frente de mi mama y jugueteando con mis hermanitas.
Los dìas mas felices son los fines de la semana, en que la otras familias vienen de otras comunidades y hay un encuentro comunal en el mercado. Hay de todo y podemos contemplar colores, mucho movimiento.
Al final del dìa, un dulcito negro con rayitas blancas en nuestras bocas endulza el paladar .
El dìa termina pero queremos seguir hablando alrededor del fuego, sì eso es el fuego, una magia, un imàn que nos obsequia su olor a humo, a pino sacrificado por amor, para darnos su calor.
Llegò la hora del descanso, el momento de adentrarnos al mundo sagrado del ensueño para regresar a la mañana siguiente con el canto del gallo o algùn pajarillo travieso que nos pasa saludando, antes de emprender la faena; animàndonos a contar nuestros sueños, escuchar los consejos de los que vieron màs lunas.
Nuestros abuelitos viven a pocos metros de nuestra casita, ellos son muy importantes porque son los centinelas del tiempo, los que vieron otros soles y muchas lunas. Los cambios de los segundos de la vida. Ellos prestan el servicio a los animalitos, asì como los animales nos ayudan tambièn en nuestras tareas.
Sin ellos todo fuera mas pesado en el quehacer diario.
Al caballito canela lo fuimos a traer como a unos 25 Km de nuestra casa. Con un señor muy respetable amigo de mi abuelito. El le expuso su necesidad de tenerlo como propiedad, ya que serìa su acompañante en sus travesìas por el campo.
Al recogerlo por la madrugada, mi abuelito no le habla mucho, porque el habla otra lengua, la lengua de los caballos, entonces dicen los antepasados que hay que hablarle con la lengua del amor , le acaricia las crines, le dehace las trencitas, lo peina, le ofrece agua y tazol. Nos cuenta el caballito canela, que las trencitas las tiene, porque en la noche lo saca a pasear el sombreròn, que es un enanito diminuto, con sombrero grande y que trenza al caballito para que sepamos que el lo montò, ademàs para èl es mucho mas fàcil bajarse en la crin que ha sido trensada.
Mi abuelito le coloca su arquillo para transportar mejor la leña del campo, el tazol o simplemente la caña seca del maiz tapiscado. El siempre nos dice bajito que el caballito no es para montarlo, es una ayuda y no hay que abusar de èl cuando èl hace su trabajo . Incluso cuando regresa del campo como esta sudado lo seca despues de quitarle la carga y el arquillo, le da agua y lo conduce a su potrero. Siempre se le tiene que cuidar de plantas venenosas o de las serpientes.
El proceso de la siembra tienes sus preparaciones, desde las mejores semillas de las cosechas anteriores, ceremonias de siembra, bendiciones, permiso a la madre tierra. Todo esto alimenta la forma de ser de cada uno de nosotros, bueno es sabido que el Maya consulta todo como una plàtica constante con todos los elementos del mundo, del universo.
Sin un elemento no puede existir el otro y el balance es la danza armoniosa con la que subsisten todas las cosas, esta danza incluye, el abrazo suave, divino de la muerte, por la que continua la vida,permite el nacimiento de lo nuevo, siendo una eternidad su existencia.
En la noche podemos todos observar las estrellas, son nuestros antepasados que de lejos nos envìan sus mensajes, somos el polvo de las estrellas con brillo no visible, porque no estamos en el firmamento. El manto estrellado envia la esperanza de observar la luna y al ver la luna recordamos el calor que nos brinda el padre sol.
Extraño el calor de esos dìas que han pasado, pero del cual nace todo lo presente y la lucha constante de ser mejor humano, aunque nunca se deja de aprender. Veo cuando cuento, con los mismos ojos, la silueta de mi madre arrodillada, moliendo el cafè, o la figura de mi abuelito paciente jalando suavemente la cuerda de su caballo, a mi padre fuerte protector, en el lumbral de lo que es ahora mi puerta. Entran y salen mis antepasados, conversaciones lejanas que no entiendo ahora, pero que en forma de historias hace que renueve las fuerzas gastadas en el enlace de otra casa, otro patio, otra familia, otra luna y otro sol que casi no brilla, pero que esta presente para cuando las nubes del modernismo se cansen de negarle el paso.
Entran los rayos de luna en el dintel de mi rancho, sube el humo y el olor a cafè, soy la florecilla del campo, una niña pequeña, silvestre, con muchos sueños, soy NIK’TE.
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Valores
Los valores son normas, modelos, criterios. Orientan el comportamiento del ser.
Se practican para vivir en armonìa, alcanzando sobrevivir y vivir plenamente.
- Memoria: Es una funciòn de la mente. Archiva correctamente los hechos en el cerebro y los vuelve a revisar, cuando evoca acontecimientos vividos en el pasado.
- Verdad: Sinceridad, honestidad, confianza. De la verdad nace la fè, la fidelidad. El que expresa verdad, hace su mundo màs acogedor.
- Justicia: Es una virtud de otorgar o recibir el resultado de acciones, de la manera sabia que enfrentamos nuestro vivir.
- Olvidar: Es una acciòn involuntaria. ocurre por conductas que interfieren informaciones, para luego desaparecer de la conciencia.
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Observaciòn
Sumergidos, conducidos
por las palabras, por acciones
emergiendo como humo del pasado
accionando la realidad del presente
forjando amasando, torteando el futuro.
Y sigue girando la madre tierra
en su cìrculo eterno
llamando a gritos, un canto a la vida.
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Conciencia
Es recomendable conocer con paciencia otras culturas, otras religiones. Para los que tienen oportunidad otros paìses.
Pero para enriquecer nuestra visiòn, de observar el universo y cambiar hacia la parte buena que debemos donar a nuestra comunidad.
Somos investigadores, explorando la esencia del espìritu, del poder de vivir, sintiendo, experimentando, aprendiendo, identificàndonos con nuestro ser. Ese todo sin lìmites ni delineaciones.
La madre tierra es de todos y tambièn sus recursos para satisfacer las necesidades de nosotros sus hijos:
Cobijo alimentaciòn, paz, armonìa, Etc.
La naturaleza es un manantial de vida y en su amor desmedido nos regala el anàlisis de compartir, producir, crear, sin acaparar. Porque acaparar destruye el sentido comunitario.
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Luminosidad
Increìble luminosidad!!!
El universo envuelto en su belleza.
Es el planeta que me aloja,
Es donde vivo y percibo esa luz
en la nota del nuevo amanecer,
en el cìrculo eterno de un atardecer.
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Amor y Canto
Me despido de la vida, con la nota
del rayo, lluvia, trueno y tormenta
esfumàndome en el infinito de un volar sin fin
en el retozo del màs allà, de tu vida, de mi vida
en el horizonte lejano del silencio
encontrando la paz para mi pueblo.
Renaciendo, surgiendo de nuevo al soplo de existencia
sintièndo el rocìo de flores, hojas, hierbas, ensueños
golpeando mi mejilla la làgrima furtiva
de la añoranza de mi mente agotada de pensarte
Lejana patria,
madre mìa…….
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Muerte
El ser busca y permanece en la luz
como una gota cristalina la traspasa
como la obscuridad al rayo del dìa
asì es el cambio, continuaciòn de vida
obsequiando libertad al espìritu.
Por eso el dìa que nos transformamos
volamos al ritmo, en el ala del tiempo
porque el saber vivir, otorga la felicidad del cambio
se transforma el ser, regresando al orìgen
en el centro del todo, de una galaxia.
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