Amanecer
Aquì ya llegò el amanecer, de la mano de nosotros,
del calor del fuego infinito, rojo anaranjado,
que habita en el templo de la tierra, nosotros.
Ese amor olvidado en la tortura del marcado sufrimiento.
Brota de nuestro camino blanco, ternura, fortaleza;
sabidurìa suficiente para la germinaciòn de nuevas ideas
en la existencia y conmovisiòn de nuestros orìgenes
matrìz sagrada, oculta de nuestros antepasados
subsistencia bendita de sangre, como de cuerpo.
Es la era de nuevas alegrìas, en la resonancia del murmullo de valores,
ya no son aves cansadas, son aves con revuelo estratègico
en la formaciòn colorida del futuro de los pueblos
lìderes de pies firmes, andando la valiente travesìa
de caminos y pequeños senderos;
grandes parajes de campos sembrados con el trabajo
de los seres lùcidos hechos para dejar la historia
en la salvaciòn de otros seres; rìos, minerales, animales
universo indestructible de madre amorosa…
ternura pura la raìz de subsitencia
padre, origen, existencia y cambio.