2014
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PUERTAS Y VENTANAS ABIERTAS PARA HOY
Autor invitado: Ingleberto Robles Tello
Fotografìa: Ngo-Huy-Tinh
Hay días tan largos que continúan en la noche y días tan cortos que anochece sin darnos cuenta; hay días tan tristes que uno se los pasa llorando, suspirando, añorando; hay días tan alegres que uno baila, canta y sueña despierto; hay días con tanto silencio que parece que uno ya se hubiera muerto; hay días tan bulliciosos, que uno vuelve a ser el niño que todos llevamos adentro, como se dice; y hay días en que uno está solo, pero tan solo, que hasta la sombra se va de repente, pero hay días en que uno se siente tan bella, dulce y tiernamente acompañado, que nuevamente renace la esperanza y se aviva el fuego de la existencia con la verdadera luz de la Vida.
Por eso este día, en que rige la energía del camino, del surco, según nuestra hermosa Cosmovisión Maya, desde este momento (5:12 de la mañana), abro todas las ventanas y puertas de mi existencia, para que entre plena y buena, la Vida y todas sus bondades y, lleno de gratitud, a nuestro Padre Creador y Formador, abrazo a todos y a todas, me pongo de hinojos y oro porque haya paz, pan y que pronto puedan mis descendientes, y los tuyos, para siempre, vivir, no sobrevivir, en un Mundo de Concordia, hermandad, libertad y justicia.
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Historia del Poeta
El poeta se quedò ciego
en silencio, vaciò sus versos transformados
en llovisna de estrellas, con chispas de esperanza,
fuego, encerrado en un corazòn triste y desangrado.
Vaciò sueños, llenando de energìa,
manantiales cristalinos de la historia del antaño
despertando vida, despertando la palabra
y….callaron los bosques
y temblò la madre tierra.
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Dècimo Tercer Principio, Para Vivir Bien o Vivir en Plenitud
Autor invitado: Fernando Huanacuni Mamani
Saber dar y saber recibir. Reconocer que la vida es la conjunción de muchos seres y muchas fuerzas. En la vida todo fluye: recibimos y damos; la interacción de las dos fuerzas genera vida. Hay que saber dar con bendición, saber dar agradeciendo por todo lo que recibimos. Agradecer es saber recibir; recibir el brillo del Padre Sol, la fuerza de la Madre Tierra, fluir como la Madre Agua y todo lo que la vida nos da.
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Dècimo Segundo Principio, Para Vivir Bien o Vivir en Plenitud
Autor invitado: Fernando Huanacuni Mamani
Saber caminar. No existe el cansancio para quien sabe caminar. Debemos estar conscientes de que uno nunca camina solo; caminamos con el viento, caminamos con la Madre Tierra, caminamos con el Padre Sol, caminamos con la Madre Luna, caminamos con los ancestros y con muchos otros seres
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Dècimo Primer Principio, Para Vivir Bien o Vivir en Plenitud
Autor invitado: Fernando Huanacuni Mamani
Saber soñar. Partimos del principio de que todo empieza desde el sueño, por lo tanto el sueño es el inicio de la realidad. A través del sueño percibimos la vida. Soñar es proyectar la vida.
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Dècimo Principio, Para Vivir Bien o Vivir en Plenitud
Autor invitado: Fernando Huanacuni Mamani
Hablar bien. Antes de hablar hay que sentir y pensar bien, hablar bien significa hablar para construir, para alentar, para aportar, recordemos que todo lo que hablamos se escribe en los corazones de quienes lo escuchan, a veces es difícil borrar el efecto de algunas palabras; es por eso que hay que hablar bien.
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Noveno Principio, Para Vivir Bien o Vivir en Plenitud
Autor invitado: Fernando Huanacuni Mamani
Saber escuchar. No sólo es escuchar con los oídos; es percibir, sentir, escuchar con todo nuestro cuerpo; si todo vive, todo habla también.
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Octavo Principio, Para Vivir Bien o Vivir en Plenitud
Autor invitado: Fernando Huanacuni Mamani
Saber amar y ser amado, el proceso complementario, el respeto a todo lo que existe genera la relación armónica.
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Sèptimo Principio, Para Vivir Bien o Vivir en Plenitud
Autor invitado: Fernando Huanacuni Mamani
Saber pensar. Es la reflexión, no sólo desde lo racional sino desde el sentir; sin perder la razón caminemos la senda del corazón.
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Sexto Principio, Para Vivir Bien o Vivir en Plenitud
Autor invitado: Fernando Huanacuni Mamani
Saber meditar, entrar en un proceso de introspección. El silencio equilibra y armoniza, por lo tanto el equilibrio se restablece a través del silencio de uno y se conecta al equilibrio y silencio del entorno, el silencio de uno, se conecta con el silencio del entorno, como consecuencia de esta interacción y complementación emerge la calma y la tranquilidad.