2014
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La Perseverancia De Marìa Ixim
Autor invitado: Elder Exvedi Morales Mérida.
¿Quién iba a imaginar que aquella señorita indígena lo lograría?
Cuando llegó arrastrando su humilde equipaje, luciendo su traje indígena y su rostro aldeano, algunos compañeros pensaron inmediatamente que fracasaría.
Nadie, absolutamente nadie, le dirigió la palabra. Todo fue silencio para ella. Siendo yo pueblerino, entendí que tenía el privilegio de iniciar a cultivar una íntima amistad con ella.
-¿De dónde viene? inquirí.
-De una aldea de Quiché-, me respondió con su escaso español.
-¿Cuál es su nombre? Seguí con mi interrogatorio, ante su casi silencio sepulcral.
-María Ixim.
Desde ese día, nos hicimos buenos amigos y nos ayudamos mutuamente.
¿Quién iba a imaginar que aquella indígena llegaría a triunfar?
La primera lección de piano que recibimos del ilustre pianista y filósofo guatemalteco, Juan de Dios Montenegro*, nos advirtió que el camino sería muy difícil. Y María Ixim y yo, estábamos en gran desventaja ante los capitalinos, ya que en nuestras comunidades jamás habíamos recibido siquiera una lección de música, mucho menos de solfeo.
-Demostrémosles que no por ser del interior del país, somos inferiores a los capitalinos-, me dijo inesperadamente, y eso me agradó en gran manera.
¿Quién iba a imaginar que María Ixim llegaría a lograrlo?
Como éramos pobres y no teníamos donde estudiar, me refiero a instrumento, compramos una caja de cartón y en él dibujamos un teclado de piano de cinco octavas. Las personas que nos observaban estudiando en ese imaginario piano, reían y nos señalaban de locos.
El tiempo pasó, como pasan los seres humanos y ya jamás vuelven. Gracias a nuestro esfuerzo y entusiasmo, logramos cursar el primer año de piano, y ya interpretábamos música de algunos grandes maestros como Beethoven, Mozart y Chopin.
¿Quién iba a imagina que María Ixim triunfaría?
En diciembre se nos notificó que la Escuela Superior de Piano en Francia ofrecía una beca. Para obtenerla, era necesario someterse a un examen público, el cual consistía en interpretar música de los maestros clásicos.
La única persona en interesarse, fue ella.
El día de la prueba, debió esperar alrededor de cinco horas, pues los aspirantes eran muchos.
La prueba fue muy difícil. Yo me irrité y lloré cuando a ella le tocó su turno. Sucedió que muchos, al ver por primera vez a una joven indígena en una actividad de esa naturaleza, se mofaron de ella; pero mi amiga jamás claudicó.
Es menester señalar que los candidatos eran doctos.
El embajador francés, acreditado en nuestro país, dijo más de una vez: “Buenos músicos tiene Guatemala”.
Al concluir el ajetreado día y lleno de emociones, el jurado le otorgó por unanimidad la beca a María Ixim, argumentando su admirable técnica pianística. “Pone el alma al tocar el piano”, expresó jubiloso nuestro maestro Juan de Dios Montenegro.
¿Quién iba a imaginar que la aldeana indígena llegaría a triunfar?
María Ixim viajó a Francia, donde se doctoró en piano y triunfó, como solamente triunfan los implacables soñadores, como triunfan los que al caer una vez, se levanta tres veces y perseveran siempre.
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Balance
Que el viento nos preste sus alas de ave,
con coraje de gardenia,
ascendiendo a lo sublime, rincòn de agua cristalina……
bebiendo, tranformando con su pureza lo imperfecto.
Diluyendo lo negativo del cerebro humano
acelerando un despertar fluido
en la era distinta, donde nace
la fuerza, la fè y el poder del fuego.
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Lluvia
Tierna envoltura de agua con polvo de estrellas
transformando con sus cristales nueva vida,
calentando como el fuego, entibiando esperanzas
de cosechas de maìz, granos de identidad y primavera.
Nutriendo en nosostros lo guerrero del bien y la armonìa
como la verde nostalgia del alma que se ha ido
a poblar las milpas y los cerros de la patria mìa.
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Yo
De frente…de cara a la lluvia
me encontrè, con el recuerdo de tu rostro,
siempre bello, silencioso, primaveral.
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Sangre
Lìquido, fluido vital
historia desde la obscuridad y la luz
generaciòn, voces, ancestros
a la sombra de una ceiba
o solamente en la iluminaciòn de la luna.
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El aire
El aire me deleita con una perla de rocìo
es el viento, la lluvia, la esperanza
la sombra, el embrujo que fuè mìo.
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Por Fin…
Autor invitado: Francisco Lujàn
Guatemala
Por fin, ella ya no està conmigo,
puedo irme a volar sobre el mar.
a pesar de que fuè mi peor castigo,
de esa manera, no volverè a amar.
Por una mujer… tantas cosas,
un poema, una canciòn, unas rosas.
Tanto que se da por una mujer,
la vida, el mañana, todo el ayer!
Por una mujer, por el beso de una boca,
por una sonrisa mi alma se volviò loca!
Por una mujer se escribe una canciòn,
se deja todo, se entrega el corazòn.
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Callada
Autor invitado: Francisco Lujàn
Guatemala
Te veo y no estàs,
flor del desierto.
Te respiro profundo
a travès de mis venas
y llegas a mi corazòn
como rìo de hierba.
Sol nocturno
que callas como la luna,
y que llegas cual brisa,
estàtica como la luz.
Lirio del cielo,
quèdate si te vas.
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Nada Se Muere…
Autor invitado: Francisco Lujàn
Guatemala
Nada se muere, se transforma.
A veces en odio, otras en rencor.
Nada se muere, nace de otra forma,
a veces en làgrima, a veces en flor.