prisiòn
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Milagro
Te vì! te sentì!
Mis ojos se posaron en los tuyos
con profundidad cristalina.
La inquietud de recuerdos,en ebulliciòn mi yo
y mi verdad en tiniebla.
Con la yema de tus dedos
tocaste el dintel de la ventana
viendo un rayo directo de la luz del arcoiris
en plena mañana radiante y soleada
con gotas frescas de energìa blanca y pura.
Yo busquè tus dedos, yo busquè tus manos
pero tu acariciaste solamente mis cabellos
susurraste algo de la vida mìa, que nunca he olvidado.
calla…dije……….. quizàs tuve miedo
y ya solo un murmullo, un te quiero.
Yo ya sin las fuerzas eternizo el momento
encerràndola en una cadena perpetua
en la prisiòn de nostalgias, condenàndola
a existir para siempre.