La espiritualidad nos deja la libertad de razonar desde la dualidad. Esas dos fuerzas naturales existentes, permanentes, cuya pràctica nos dà equilibrio, balance y el valor de la libertad.
La vida no es lo que sucede, cuando todos tus planes se cumplen, ni lo que pasarà cuando tengas eso que tanto deseas. La vida es lo que està pasando en este preciso instante.
Tu vida es en este momento, es leer este pàrrafo, donde quiera que lo estes haciendo y con las circunstancias que te rodean ahora.
En este momento tu corazòn lleva sangre a todas las cèlulas de tu cuerpo y tus pulmones llevan oxìgeno a donde se necesita.
En este momento algo que no podemos comprender, te mantiene vivo y te permite ver, pensar, expresarte, moverte, reir, hasta llorar si quieres!
La humanidad se hace cada dìa màs inteligente, pero està claro que cada dìa hay màs problemas y menos felicidad, porque inteligencia no es lo mismo que sabidurìa.
Viviendo con sinceridad incondicional, erradicando toda dualidad, celebrando la igualdad de las cosas y en cada uno de tus momentos more la verdad.
El ego te hace creer que el mundo es vasto y las partìculas minùsculas, pero la verdad sutil es que el mundo y la partìcula son lo mismo: ni el uno es vasto ni la otra es minùscula.
Cuando te des cuenta que lo que haces a otro te lo haces a tì mismo, habràs entendido la verdad.
Ante un gran espacio y tiempo, ante un gran amor o un gran miedo, somos como hojas arrastradas por el viento.
Cuando empezamos a pensar en ello con claridad, surgen emociones realmente inquietantes que nos gustarìa controlar.
En la vida nada està garantizado, no pienses en cuanto va a durar tu relaciòn, si va a funcionar o no. Si decides arriesgarte hazlo con todo, buenos pensamientos, buenas actitudes, trabajo diario, siendo positiva en tu forma de ver las situaciones, crea cada dìa momentos para recordar con alegrìa.