estela68
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Yo Sè…
Autor invitado: Francisco Lujàn
Guatemala
Yo sè que te he causado penas, es cierto,
pero tu tampoco fuiste la màs sincera,
pues me recibiste como agua en primavera
y me dejaste morir como flor en el desierto.
Devuèlveme lo que queda de mi vida,
esa que segun tù, ya esta perdida.
Esa que te dejò un poco menos de nada
disperso en la cama y sobre la almohada.
Devuèlveme lo que queda de mi vida,
y no retrases màs la inevitable partida,
porque lo que intento ser amor, murió.
No se si murió de estío, angustia o pena.
Simplemente fue màs que una condena,
un amor imperfecto que artificialmente nació.
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Volverè
Autor invitado: Francisco Lujàn
Guatemala
Llegas a mi con cada pàjaro que retorna,
y te vas con las luces de cada atardecer.
Tus recuerdos son, como las olas del mar,
que viene y se van, una y otra eternidad.
Es tarde, ya no me importan las distancias,
pues son cada dìa màs lentas y màs cortas.
Siento caer sobre mì, la luz de la noche
y ya no quiero luchar contra el silencio.
En otro puerto, volverè a ser marinero,
o tal vez la luz de una lejana estrella,
pero sè que volverè a buscarte.
Entrarè por las rendijas del amanecer,
y tocarè lo màs blanco de tus pupilas,
para darte otra vida, en otro tiempo.
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Estoy Tan Lejos
Autor invitado: Francisco Lujàn
Fotografìa: Francisco Lujàn
Guatemala
Estoy tan lejos de la patria que fuè mìa.
Hace tanto tiempo que no soy de allà.
Se me vuelan los ojos en esa distancia,
y me llueven estrellas en el camino viejo.
Allà quedò mi arroyo, mi àrbol, mi lucero,
la novia que me espera en su pensamiento,
los amigos que no mueren ni envejecen,
y esas canciones que me lo recuerdan todo.
Cuando volverè a ser parte de ese cielo,
en que campo nacerè otra vez, como una flor,
en que palmera cantarè cual golondrina.
Se me llenan los pies de sus campos y primaveras,
mientras el camino se me hace cada vez mas corto,
El camino se me llena, otra vez, de blanco y azul
y en el pecho, el aletear de un quetzal.
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Así Te Siento y Así Te Quiero
Autor invitado: Francisco Lujàn
Guatemala
Así te siento y así te quiero
como pasa el tiempo por mi casa
como llega la lluvia en el verano
Así te quiero y así te siento
como un suspiro en el pecho
como un adiós entre los ojos.
Así te siento y así te quiero
como un aletear de palomas
como un rayo de sol en la mañana
Así te quiero y así te siento
como pasa la vida entre nosotros
como se van hilvanando los recuerdos
Así te siento y así te quiero
como se enrolla un poema entre los dedos
como se anida una queja entre los labios.
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Nuestros Destinos
Autor invitado: Francisco Lujàn
Fotografìa: Francisco Lujàn
Guatemala
Su cuerpo fuè el destino del mío,
lo mismo que sus labios rojos,
nunca importò el calor o el frío,
siempre calmó mis antojos!
Siempre fuimos de la mano,
así se nos fuè la juventud,
sin saber si era tarde o temprano,
lo disfrutamos todo; con plenitud.
Resumimos esto en una canción
que nosotros mismos escribimos,
y hoy la cantamos con emoción
porque fuè lo que nosotros vivimos!
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Tal Vez No Comprendas Mi Poesía
Autor invitado: Francisco Lujàn
Fotografìa: Francisco Lujàn
Guatemala
Tal vez no comprendas mi poesía
porque esta es solamente mía.
La escribo sobre mi pasado,
o cosas que la vida me ha negado.
Dedico versos a la mujer aquella
que fuè como la luz de una estrella,
de la cual hice mìos sus reflejos
aùn sabiendo que estaban lejos.
A veces archivo lo que me sopla el viento,
lo que recuerdo o lo que siento
sin saber para quien ni sobre quien.
Otras, escribo mi vida sobre un espejo,
y al ver que me estoy volviendo viejo,
fantaseo sobre la mujer nùmero cien.
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Así soy. . .
Autor invitado: Francisco Lujàn
Guatemala
Soy simple como un suspiro,
y pasajero como una nube.
Tierno como una caricia,
y audaz como un primer beso.
Soy ese recuerdo anclado en aquella vida.
La huella de una làgrima que secó el viento,
un punto semiborrado en la distancia,
o como la esperanza que siempre està allí.
Soy como un río que busca el mar,
una gaviota que busca el cielo,
un abrazo que busca un corazón,
o la sonrisa que busca una mirada.
A veces, difícil de encontrar, como a un amigo,
e incomprensible como una muerte.
Alegre como la risa de un niño
y tan sentimental como una despedida.
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Para usted…
Autor invitado: Francisco Lujàn
Guatemala
Para usted que se merece
lo màs lindo que la vida ofrece
le envìo unos pètalos de flor
para que no se olvide del amor.
Guàrdelos en su libro preferido
y cuando sienta el corazòn herido
abra el libro y aspire la primavera
y sienta el amor por dondequiera!
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Tu Madrugada, Patria
Autor invitado: Otto Renè Castillo
Así concibo yo a mi patria,
que otros la conciban como quieran
Anduve viajando
muchos años
por el mundo,
con el lucero
de tu nombre
en los ojos.
Y no hubo
una sola mañana,
que se fuera
sin algo de lo tuyo.
Cuando el alba
llegaba, ya estabas
repartiendo tus gestos,
extraños y lejanos,
desde la oscura colina
de mi rostro.
«¿Por qué la quieres
tanto, me decían,
si es amarga y cruel
como el alma de un basta?
¿Por qué, si es tan chiquita
y tan hambrienta, que en ella
a uno sólo le queda por delante
la ardua tarea de morirse?
Pero yo siempre respondía,
que te quiero tanto,
porque aún sumido en la tiniebla
oyendo el largo llanto
de tus hijos,
no puedo ignorar
que detrás de mí
comienza, en verdad,
tu madrugada.
Luego te alegrabas
en el fondo de mis ojos,
y volvías tu rostro
con ternura,
tal vez en busca ya
de los hijos
que están todavía
por venir.
Extraído de «Poesía» Casa de las Américas, 1989
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Libertad
Autor invitado:Otto Rene Castillo
Tenemos
por ti
tantos golpes
acumulados
en la piel,
que ya ni de pie
cabemos en la muerte.
En mi país,
la libertad no es sólo
un delicado viento del alma,
sino también un coraje de piel.
En cada milímetro
de su llanura infinita
está tu nombre escrito:
libertad.
En las manos torturadas.
En los ojos,
abiertos al asombro
del luto.
En la frente,
cuando ella aletea dignidad.
En el pecho,
donde un aguante varón
nos crece en grande.
En la espalda y los pies
que sufren tanto.
En los testículos,
orgullecidos de sí.
Ahí tu nombre,
tu suave y tierno nombre,
cantando en esperanza y coraje.
Hemos sufrido
en tantas partes
los golpes del verdugo
y escrito en tan poca piel
tantas veces su nombre,
que ya no podemos morir,
porque la libertad
no tiene muerte.
Nos pueden
seguir golpeando,
que conste, si pueden.
Tú siempre serás la victoriosa,
libertad.
Y cuando nosotros
disparemos
el último cartucho,
tú serás la primera
que cante en la garganta
de mis compatriotas,
libertad.
Porque
nada hay más bello
sobre la anchura
de la tierra,
que un pueblo libre,
gallardo pie,
sobre un sistema
que concluye.
La libertad,
entonces,
vigila y sueña
cuando nosotros
entramos a la noche
o llegamos al día,
suavemente enamorados
de su nombre tan bello:
libertad.
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