2017
-
La Muerte Un Amanecer.
Autor: Elisabeth Kübler Ross
La muerte es solo un paso màs hacia la forma de vida en otra frecuencia.
Nuestra vida en el cuerpo terrenal solo representa una parte muy pequeña de nuestra existencia..
Esta vida terrenal es màs bien una minùscula parte, de una existencia individual global, que se proyecta mas allà de nuestra vida.
La muerte es un pasaje hacia otra forma de vida.
Hay algo que uno debe aprender antes de poder volver al lugar de donde vino y es el amor incondicional. Dios es el amor incondicional.
En el momento de la muerte vivimos la total separaciòn de nuestro verdadero yo inmortal, de su casa temporal, es decir, del cuerpo fisico. Este yo inmortal es llamado tambien alma o entidad. Desde el momento en que dejamos nuestro cuerpo fìsico nos damos cuenta de que no sentimos ni pànico, ni miedo, ni ansiedad. Nos percibimos a nosotros mismos como una entidad fìsica integral. Siempre tenemos conciencia del lugar de la muerte, ya se trate de la habitaciòn donde transcurriò la enfermedad, de nuestro propio dormitorio, el lugar del accidente. Reconocemos claramente a las personas de un equipo de reanimaciòn, o a las personas de rescate de pimeros auxilios.Estamos capacitados para mirar sin que nuestro estado mental este verdaderamente implicado, aunque en la mayoria de casos ya no estamos unidos a nuestro aparato de reflexiòn fìsica o cerebro en funcionamiento.Estas experiencias tienen lugar a menudo cuando las ondas cerebrales no pueden ser ya medidas clinicamente y los mèdicos no pueden comprobar ningùn signo de vida.
Asistimos , oimos las discusiones de las personas presentes, notamos sus particularidades, vemos su ropa, conocemos sus pensamientos, sin ninguna impresiòn negativa.
El cuerpo que ocupamos pasajeramente es el cuerpo etèrico. Este cuerpo posee energìa fìsica, psìquica y espiritual.
Luego pasamos a la experiencia màs maravillosa, la conciencia còsmica, es la luz, el amor. Esta luz tiene su origen en la fuente de energia espiritual pura y no tiene nada que ver con la energìa fìsica o psìquica y no puede ser usada ni manipulada por el hombre, la negatividad es imposible, no hay culpabilidad.
Esta luz que muchos llaman Dios, es tambien imposible que nos condene, puesto que es amor absoluto e incondicional. En esta luz nos damos cuenta de lo que pudimos ser y de la vida que hubieramos podido llevar. En presencia de esta luz, estamos rodeados de compasiòn, amor y comprensiòn, debemos revisar toda nuestra vida para evaluarla. Ya no estamos unidos a la inteligencia fìsica que nos ha limitado nuestro cuerpo terrestre, no estamos atados a un espìritu o cerebro fìsico y poseemos el saber y la comprensiòn absoluta.
En presencia de la energìa espiritual no necesitamos una forma fìsica. Nos separamos del cuerpo etèreo y volvemos a tomar la forma que tenìamos antes de nacer sobre la tierra, entre nuestras vidas y la que tendremos en la eternidad, cuando nos unamos a la fuente, es decir a Dios, despuès de haber cumplido nuestro destino.
Es importante comprender que desde el principio de nuestra existencia hasta nuestro retorno a Dios conservamos siempre nuestra propia identidad y nuestra estructura de energìa y entre los millares de seres de todo el universo no hay dos estructuras de energìa iguales. No existen dos hombres que sean idènticos.
Si alguien dudara de la grandeza de nuestro creador, no tiene mas que reflexionar en el genio que hace falta ser, para crear millones de estructuras, para crear millones de estructuras energèticas sin una sola repeticiòn. Asi se recibe el don de la singularidad.
Las estructuras energèticas son como copos de nieve con pulsaciones, colores y formas diferentes.
Asi seremos despues de la muerte y asi hemos existido antes de nuestro nacimiento.
-
Caminando…
El corazòn emocionado,
recobrando la triste esperanza, que se fuga en la rendija del desconsuelo.
Diversos rostros, màscaras, historias personales.
Bendiciones en el camino del descalzo,
del suelo que siente las penas del dìa
y las preocupaciones del momento.
Ya cuando se cierra la puerta de luz y anochece,
surge la esperanza de nuevo
en el ensueño plateado
de la sensaciòn alegre de estar vivos
y……….
caminar de nuevo.
-
Hilo de Vida
Hilos de plata, con aroma de luna,
estallido de hielo con esencia de agua,
pinos, arcilla, cielo azulado;
inolvidable olor a patria.
-
Aroma
Hilos de plata, aroma de luna
estallido del hielo, esencia de agua
pino, arcilla, cielo azulado
inolvidable olor ………
identidad y origen.
-
Invierno
Toma el manto de nieve en tus ojos,
bebe lo puro de su blancura
regàlale el calor de la ternura
…..atesora el paisaje de soledad
que te dan sus brazos.
-
Existencia y Cultura
AFP PHOTO/Johan ORDONEZ
Explosion de colores, manto, canto.
Energìa de primavera; sol, emociòn.
Profundidad, vacìo, pàlido rostro de barro y esmeralda.
Orìgen; cimiento de murmullo de quetzales
vuelo en ansiedad de bosques repletos de humedad
lluvia y regocijo de almas solitarias
alimentando la esperanza de la gente de maìz.
Grito de alegrìa, por la paz de los pueblos,
vida, muerte. Transformaciòn y nacimiento.
-
Nuestro Dios
Llovisna de mariposas, hilos de energìa
conecciones del cielo, detràs del sol
donde se oculta la mano creadora
de un Dios olvidado……………….
-
Los Bosques
Son fascinaciòn absoluta, testigos del tiempo, surgiendo a la vida en perìodos largos.
Estabilizan el clima, filtran los contaminantes del aire y regulan el equilibrio del agua.
Los bosques absorben el dióxido de carbono (fórmula química CO2, es un gas incoloro, inodoro y vital para la vida en la tierra) liberan oxigeno.
Alrededor de dos tercios de todas las especies de animales y plantas viven en el bosque.
Especialmente grande es la densidad de las especies en la selva tropical.
Gracias a la fuerte luz del sol, las constantes altas temperaturas y grandes precipitaciones se desarrolla aquí la vegetación exuberante de la tierra.
El estrato arbóreo está estructurado y variado.
www.papier.info
-
Almas Puras
Resplandecen los rostros…. de los hombres de maìz.
Almas de barro y de piedra
a la luz y sombra de los cuidadores de cerros,
sanadores; en forma de vientos o polvaredas,
que se presentan de romplòn en los caminos.
Las caras de los ancianos se llenan de sonrisa
y las mujeres los tejen en la brisa
de las vidas de sus hijos o en la alforja
del que labra la madre tierra, para regocijarse con ella.
Los cenzontles callan de tanta hermosura.
en todos està presente la iluminacion de la vida.