Poesia
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La Palabra Rota
Autor invitado: Humberto Ak’abal
Rota la palabra
ya no queda nada por decir.
Remendarla serìa hacerla sangrar,
una cicatriz es la huella de una herida.
Una palabra rota
es una palabra rota.
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El Peso de las Palabras
Autor invitado: Humberto Ak’abal
Cuando hablès
pesà tus palabras,
no vaya a ser
que tengàs que cargarlas
y terminès cayèndote debajo de ellas.
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El Dios de Espinoza
Autor invitado: Baruch de Spinoza
Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho!
Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida.
Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti.
¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, obscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa.
Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas.
Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti.
Deja ya de culparme de tu vida miserable;
yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo.
El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría.
Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer.
Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver conmigo.
Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos de tu hijito…
¡No me encontrarás en ningún libro!
Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo?
Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te crítico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo.
Yo soy puro amor. Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar.
Si yo te hice… yo te llené de pasiones, de limitaciones,
de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias… de libre albedrío
¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti?
¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice?
¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad?
¿Qué clase de Dios puede hacer eso?
Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes;
esas son artimañas para manipularte, para controlarte, que sólo crean culpa en ti.
Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para ti.
Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida,
que tu estado de alerta sea tu guía.
Amado mío, esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino,
ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso.
Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas.
Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes,
nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro.
Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno.
No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero te puedo dar un consejo.
Vive como si no lo hubiera. Como si esta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir.
Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di.
Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal,
te voy a preguntar ¿Te gustó?… ¿Te divertiste? ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Qué aprendiste?…
Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar.
Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti.
Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita,
cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar.
Deja de alabarme, ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy?
Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan.
¿Te sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo.
¿Te sientes mirado, sobrecogido?…
¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme.
Deja de complicarte las cosas y de repetir como perico lo que te han enseñado acerca de mí.
Lo único seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas.
¿Para qué necesitas más milagros? ¿Para qué tantas explicaciones?
No me busques afuera, no me encontrarás.
Búscame dentro… ahí estoy, latiendo en ti».
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Gracias!
Mayo cargado de flores
mariposas en vuelo…. suave nostalgia.
Aroma, vida primaveral
esencia de bellos instantes
en el centro de una casa.
Altar lleno de luces de la palabra
GRACIAS!
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Vasija de Barro
Autor Invitado: Jorge Carrera, Hugo Alemàn, Jorge adoum
Yo quiero que a mí me entierren
Como a mis antepasados
En el vientre oscuro y fresco
De una vasija de barro
Cuando la vida pase
Detras de una cortina de años
Vivirán a flor de tiempo
Los amores y los desengaños
Arcilla cocida y dura
Alma de verdes collados
Luz y sangre de mis gentes
Sol de mis antepasados
De ti nací y aquí vuelvo
Arcilla vaso de barro
Con mi muerte vuelvo a ti
Vuelvo a tu fondo enamorado.
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Antepasados.
Miradas perdidas…luces diminutas del infinito,
ramazòn seca de fuego, ramilletes de flores…………..
esos son mis antepasados, que platican en los bosques
en las calles de los pueblos, en sus mercados
en los pasillos de las casas de adobe
en los patios de los ranchos cuando declina el dìa.
Estàn vivos, vibrando en el pentagrama de la marimba,
en la inocencia desnuda de nuestras almas,
sin destrozarse; emergen, como matas de milpa
buscando la luz de su mirada, el fuego eterno,
las flores…….para adornar la casa grande,
en la felicidad de nuestro abrazo.
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Vida
No hay un solo suspiro sin el olor a tu presencia,
no hay distancia, sino solo la gloria de adorarte.
Asi como eres, sin el don de la palabra o la intuiciòn del pensamiento.
Eres el azulado cielo con nubarrones casi blancos de nostalgia
y es dicha; murmullo de canto de pàjaros, el que existas.
En nuestra vida, no es el ocaso, es quizàs todavìa el medio dìa,
aprendiendo, tejiendo el telar del amor, con colores marrones, olores de tierra
perfume de descedencia floreada, de paisajes y tardes de un verano cualquiera.
En esta uniòn no hay despedida, estamos unidos para siempre;
surcando los campos de mi pueblo o de tu ciudad,
recorriendo los caminos de piedra,
construyendo senderos de musgo hùmedos, con orilla de recuerdo.
Bebiendo juntos los manantiales ocultos y volando como el quetzal sobre el cielo de la patria.
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Balance
Que el viento nos preste sus alas de ave,
con coraje de gardenia,
ascendiendo a lo sublime, rincòn de agua cristalina……
bebiendo, tranformando con su pureza lo imperfecto.
Diluyendo lo negativo del cerebro humano
acelerando un despertar fluido
en la era distinta, donde nace
la fuerza, la fè y el poder del fuego.
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Lluvia
Tierna envoltura de agua con polvo de estrellas
transformando con sus cristales nueva vida,
calentando como el fuego, entibiando esperanzas
de cosechas de maìz, granos de identidad y primavera.
Nutriendo en nosostros lo guerrero del bien y la armonìa
como la verde nostalgia del alma que se ha ido
a poblar las milpas y los cerros de la patria mìa.
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El aire
El aire me deleita con una perla de rocìo
es el viento, la lluvia, la esperanza
la sombra, el embrujo que fuè mìo.
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