fuerza
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Kab’lajuj Toj
Autores Invitados : Carla Cofiño y Jose Coutiño.
Pàrate ante el precipicio, esa obscuridad existencial, y llama el vacìo: Seguramente te responderà.
El precipicio representa nuestro dilema como seres humanos, la sensaciòn de que esta existencia es demasiado aleatoria, demasiado absurda. Hay orden? Hay una fuerza dirigiendo las cosas? Esos son los temas importantes, tan importantes que no podemos confiar en las escrituras, sino que debemos explorar por nosotros mismos. Todo espera ser visto por tì.
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Mi Madre
Suavidad de nube, luz de luna
claridad de aurora, luminosidad de la tarde.
Chispa de alegrìa
regocijo….. escondiendo mi tristeza.
Anteponiendo su abrigo, calor de sol y sombra.
Es usted; delicadeza, cuidado, cariño,
asì son sus pringuitas de Amor………
Es la belleza del rocîo,
que convierte mis momentos en eternos.
Adorada madre:
Su presencia es fuerza natural
pura y verdadera.
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Niños Guerreros
Los niños con espìritu guerrero, son aquellos que por diversos motivos han sido dados en adopciòn.
Creados por necesidades secretas del destino, traen para sus padres un mensaje de amor, siendo ellos solos, los que se han abierto paso con la fuerza de la luz hacia el universo. Arribando a la tierra armados de energìas de lucha .
Los padres que conducen a estos pequeños por los senderos habituales de la vida, no deben esconder en el inconciente ningun sentimiento de làstima, sino un amor mayor que las propias circunstancias, que propiciaron dicho encuentro. Puesto que la lastima, roba la valentia y el impetu natural que trae este ser, transformando sus mejores cualidades en debilidad.
Debiendo ser educado dentro del balance, como cualquier otro niño con actitudes que conduzcan a la normalidad.
Dar gracias a la vida por la llegada a la familia de un niño guerrero, es la mejor forma de aprovechar sus cualidades hasta el punto de convertirlo en portador de gratitud en sus actuaciones hacia los seres que lo han acogido.
La proteccion no debe ser extrema para los hijos adoptivos, no se les debe hacer demasiada sombra porque ellos tambien necesitan la luz solar para crecer sanos y fuertes pero sobre todo humanos.
Solo la potencia de nuestro amor, centrada en la fuerza natural del niño guerrero, nos ayuda a formarlo apto para este mundo actual en el que nos ha tocado vivir.
