A tì Madre Tierra

A ti, Madre Tierra, mi gratitud eterna.
Portadora de vida, nutres la germinación de la semilla en el cálido corazón de tu vientre amoroso.
Anhelas la lluvia que despierta la luz de la existencia,
y envuelves por completo nuestro ser,
ofreciendo el sagrado alimento al inextinguible y eterno hombre de maíz.
