agosto 2025
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A tì Madre Tierra
A ti, Madre Tierra, mi gratitud eterna.
Portadora de vida, nutres la germinación de la semilla en el cálido corazón de tu vientre amoroso.
Anhelas la lluvia que despierta la luz de la existencia,
y envuelves por completo nuestro ser,
ofreciendo el sagrado alimento al inextinguible y eterno hombre de maíz. -
Veredas del Maíz Sagrado
Alcanzando veredas…
con trinos de aves mañaneras,
mi mirada se posa sobre el campo de milpas,
envuelto en la bruma dorada del recuerdo.
El aroma natural despierta memorias…
de la tapisca comunitaria,
donde, guiados por el sabio,
el mayor de nuestro grupo,
emprendemos la noble tarea de la cosecha.
Con respeto profundo,
pedimos permiso a la tierra:
para cortar las mazorcas,
para colocarlas en los surcos,
para envolverlas en redes tejidas con paciencia.
Los animales de carga,
fieles compañeros,
las llevan por la montaña,
hasta el pueblo,
donde el sagrado maíz es recibido con ceremonia.
Palabras envueltas en incienso,
gratitud en el aire,
y la calma serena…
de haber cumplido la misión.
Apartamos la semilla,
pequeña promesa de vida,
que dará inicio al siguiente ciclo de siembra.
Porque el milagro…
es la semilla que germina en la oscuridad,
buscando la luz,
creciendo con la caricia de los elementos,
y la guía del viento.
Todo ocurre…
en el vientre fértil de nuestra madre tierra,
donde el tiempo se teje
con raíces…
y esperanza.


